[vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]¿Alguna vez te has detenido a leer la etiqueta de un producto y te has percatado que contiene un aditivo que no sabes qué es, pero que suena “fuerte”?
Sí, hablo del glutamato monosódico (GMS o MSG en inglés). Un ingrediente muy común en muchos de los productos que consumimos a diario y que en realidad es un verdadero peligro.
De cero valor nutricional, sus únicas funciones reales son la de aumentar el sabor de los productos e inhibir la sensación de saciedad.
Aunque la consecuencia en el organismo es la de padecimientos como enrojecimiento de la piel, dolor de cabeza, mareos y sudoración, síntomas que pueden durar de una hora a semanas completas.
Normalmente está presente en cremas, sopas de sobre, salsas, pastillas de caldo, alimentos precocidos, carne procesada y aperitivos salados.
Siempre se destaca que su ventaja es simplemente la de potenciar los sabores de los alimentos, pero incluso hasta los nutriólogos advierten sobre los riesgos de ingerirlo.[/vc_column_text][vc_single_image image=»1888″ img_size=»full» magnify_zoom_hover=»» fade_me=»» css=».vc_custom_1568328858826{padding-top: 10px !important;padding-bottom: 15px !important;}»][vc_column_text]
El Glutamato sólo sirve para aumentar el sabor de los productos e inhibir la sensación de saciedad, pero no aporta nada al organismo.»
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Glutamato monosódico y sus consecuencias secundarias
Aunque algunos organismos de salud lo consideran hasta cierto punto como un aditivo seguro, la realidad es que en el mundo hay cada vez más personas que parecen afectadas al consumirlo.
La presión mundial para que sea retirado del mercado ha provocado que muchas cadenas de comida rápida lo hayan eliminado, supuestamente, de sus ingredientes.
Investigaciones científicas han comprobado, en pruebas con roedores, que la ingesta de glutamato reduce los niveles de la hormona que disminuye el hambre y promueve la saciedad.
Incluso en resultados posteriores, este aditivo se ha vinculado a un mayor riesgo de sufrir obesidad por su consumo.
Es por ello que ahora los expertos en nutrición y cocineros en general ponen en duda su uso.
Glutamato monosódico, un mal innecesario
La producción del glutamato ha aumentado en un 1,500% en los últimos 40 años, pese a ser uno de los aditivos más polémicos de la industria alimentaria.
Así que ya lo sabes cuida tu alimentación y antes de llenar tu carrito de super, revisa las etiquetas y descarta los que incluyen glutamato monosódico entre sus ingredientes.
Seguramente serán muchos más de lo que piensas… Elige siempre tu salud, elige Verde Eucalipto![/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]