Lo sacaban inmediatamente de la alacena si te empezaba a doler la cabeza o el estómago.
Lo mismo si teníamos indicios de gripa o cólicos. Nada como este remedio natural para estar mejor.
Pero las propiedades reales del ajo van más allá. Además de ser muy bajo en calorías, contiene un alto porcentaje de vitamina C, vitamina B6 y manganeso.
Un diente de ajo en nuestras comidas diarias, aporta un sinfín de nutrientes que ayudan a nuestro sistema inmune.[/vc_column_text][vc_column_text]
La realidad es que pese a esa mala fama, tiene un gran valor a nivel nutritivo».
[/vc_column_text][vc_column_text]Si quieres ir un poco más allá, prueba tomando un diente de ajo pelado en ayunas con limón todos los días.
En poco tiempo verás que sus beneficios van desde reducir el colesterol, depurar nuestro organismo y cuidar nuestro corazón.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]
Comer ajo: el lado B
Historias “malas” también existen alrededor de este ingrediente, como dar un sabor muy fuerte en los alimentos y, sobre todo, dejar un aliento muy peculiar en nuestra boca.
La realidad es que pese a esa “mala fama”, tiene un gran valor a nivel nutritivo.
Finalmente, recuerda que además de la buena alimentación, la actividad física también es pilar de un estilo de vida saludable. [/vc_column_text][vc_single_image image=»2115″ img_size=»full» magnify_zoom_hover=»» fade_me=»» css=».vc_custom_1575413532028{padding-top: 10px !important;padding-bottom: 10px !important;}»][/vc_column][/vc_row]